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Después de ser llamado para ayudar en un accidente automovilístico en Gales, el domingo pasado (13), el bombero Adrian Smith, de 47 años, se llevó una sorpresa: encontró a su hija muerta entre los escombros en el lugar. La información es de iG.
La niña, Ella Smith, había pasado el día en la playa de Broad Haven en Pembrokeshire y su novio la llevaba a casa en el momento del accidente. El coche de la pareja, un Ford Ka, volcó al girar y fue atropellado por otro vehículo que circulaba por el lado equivocado de la carretera.
"Debe haber sido una completa pesadilla para Adrian descubrir que su propia hija era la víctima", dijo un amigo de la familia.
Adrián se encontraba en turno de bombero cuando se solicitó su presencia para atender un accidente de tres vehículos en la carretera B4341. Cuando llegó encontró el coche aplastado y a su hija entre los escombros.
Según la policía local, Ella fue la única que no sobrevivió al accidente. Las otras tres personas que iban en el coche sobrevivieron con heridas graves.
La policía local confirmó el accidente. En una nota, dijo que “lamentablemente, una ocupante del Ford Ka blanco falleció en el lugar. Los familiares lo saben y cuentan con el apoyo de agentes especializados. Dos hombres y una mujer fueron trasladados al hospital con heridas graves”.
En un comunicado, la familia dijo que todos están “completamente devastados por la pérdida de nuestra querida Ella. Era una hija, hermana y nieta muy querida y cariñosa. Era una niña hermosa que todos extrañaremos. Nos gustaría agradecer a todos por su apoyo en este terrible momento. Significó mucho para toda la familia mientras lloramos a nuestra Ella”. G1