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Los 200 policías federales que están en las calles desde primera hora de la mañana siguen la pista de Lulinha, el hijo millonario del ex presidiario de Lula y que comandaba Gamecorp.
Lava Jato rompió la confidencialidad fiscal, bancaria, telefónica y de correo electrónico de él y sus socios Jonas Suassuna y Kalil Bittar.
En el caso del yacimiento de Atibaia también aparecen las familias Suassuna y Bittar.
En uno de los correos electrónicos filtrados esta mañana, queda claro que, entre otras cantidades ilícitas recibidas, Gamecorp en realidad ganó 900.000 rands gracias al “asesoramiento legal” proporcionado a una de las empresas de telecomunicaciones. (Con información del periodista Políbio Braga)