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Foto de : Internet |
Si Rodrigo Maia instala el CPI contra Lava Jato, cuyo pedido se basó en mensajes robados por hackers, estará levantando el telón para el debut de uno de los circos más deplorables en el Parlamento brasileño.
La solicitud de creación del CPI ya fue leída en el pleno, tras validar 176 firmas, cinco más de las necesarias.
Una vez instalado el CPI, sus creadores querrán hacer ruido y amenazar con arrestar a Sergio Moro y a los fiscales Lava Jato en Curitiba. Ésta, al menos, es la sospecha de los parlamentarios que dicen conocer las verdaderas intenciones del grupo que inventó toda esta historia, impulsadas por las declaraciones de Augusto Aras en vivo con abogados del PT el martes por la noche.
La izquierda y el Centrão, probablemente con un poco de ayuda de los bolsonaristas, se unirán para acusar de criminales a los responsables de la mayor operación contra la corrupción en la historia de Brasil.
En la solicitud de creación del CPI, su autor principal, el diputado André Figueiredo (PDT), afirma que es necesario investigar lo que llama “probable colusión entre las autoridades” de Lava Jato y “la configuración de los siguientes delitos: fraude procesal, mala conducta, apología administrativa y abuso de autoridad”.
El nombre de Moro se menciona ocho veces en la solicitud de cinco páginas.