Anuncios
Elegido Presidente de la República en una campaña que costó $2 millones, el presidente Jair Bolsonaro debe vetar la absurda cantidad de $5.700 millones que el Congreso pretende extraer de las arcas públicas para financiar su propia campaña electoral y la de sus aliados en 2022. Al menos esto es la expectativa de los propios ministros y asesores de Planalto. La cantidad es casi el triple de los 1.400 millones de rands en recursos públicos distribuidos a partidos y candidatos en la campaña electoral de 2018.
PARA ANULAR EL VETO
Si se revoca el veto, lo cual es probable, dada la glotonería de dinero público en la campaña, la carga de la tunga recaerá exclusivamente en los parlamentarios.
Los 5.700 millones de rands son absurdos porque las campañas son cada vez más baratas, debido al papel preponderante de las redes sociales.
La campaña de la diputada estatal con récord de votos, Janaína Paschoal, en São Paulo, costó alrededor de R$50 mil.
El Fondo Electoral eliminó intermediarios (contratistas, etc.) y entregó a la clase política nada menos que la llave del Tesoro Nacional.