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Durante el cerco policial montado por la coalición de fuerzas de seguridad que intentaba detener al maníaco Lázaro Barbosa de Sousa, de 32 años, hace 10 días, en la región de Edilândia y Cocalzinho, en Goiás, los policías encontraron en el camino varios rituales supuestamente abandonados por el psicópata.
En varios puntos dentro del bosque se encontraron velas de siete días, algunas ofrendas y hasta trozos de papel con el nombre completo del delincuente. Las autoridades sospechan que el propio sospechoso dejó las velas encendidas para pedir protección espiritual.
Grupos policiales que realizaban redadas en la región encontraron una vela de siete días cerca de un campo de maíz. En uno de los lugares de la densa selva, militares de Goiás también localizaron una rana deshuesada, abandonada junto a un machete. Parte del animal había sido devorado.
Intercambio de tiros
El grupo de trabajo intercambió disparos con el maníaco el jueves por la tarde (17/6), después de que fue visto cerca de la casa de su padre. En el operativo se movilizaron decenas de policías civiles y militares, así como vehículos y tres helicópteros. Poco antes del enfrentamiento, perros rastreadores encontraron un trapo ensangrentado, lo que refuerza la teoría de que el delincuente resultó herido.
Con información del Portal Metrópoles
