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La fiscal, Thaméa Danelon, afirmó que la ley brasileña es muy clara y prohíbe la participación del juez en un asunto o votación que lo beneficie. El hecho de que los demás ministros hayan aceptado que Dias Toffoli participe en la votación es grave porque lo obvio es claro: el Supremo Tribunal Federal (STF) está cada vez más lejos de respetar la Constitución federal.
“Un juez no puede votar en un caso en el que él es el interesado. La ley es clara al prohibir la participación del juez. Es un tema que va más allá de la legislación, es de sentido común, es una obviedad. Nunca podría suceder. Esto sólo demuestra que la Corte Suprema está cada vez más alejada de la legislación, especialmente cuando se trata de asuntos penales y criminales. En ningún caso el Ministro Toffoli podría haber votado en este caso”, afirmó el fiscal.
Los once ministros del Tribunal Supremo de Brasil votaron, este jueves (27), a favor de anular el acuerdo de culpabilidad del ex gobernador de Río de Janeiro, Sérgio Cabral. Había denunciado al ministro del STF por haber recibido sobornos por valor de 4 millones de rands para vender dos sentencias a políticos de Río de Janeiro. Por 7 votos contra 4, el Tribunal Supremo anuló la colaboración premiada de Cabral y anuló 38 anexos -que denunciaban a otros políticos y autoridades- para beneficiar a su colega de la Corte. El voto de Toffoli a su favor deja en el aire la duda que tenía de que, tal vez, no obtendría la mayoría de aprobación que necesitaba para no ser investigado. Después de todo, cuatro miembros del STF votaron en su contra.
Thaméa Danelon considera que el episodio de este jueves marca una nueva decisión del Tribunal Supremo contraria a la lucha contra la corrupción y abre la puerta a nuevos pedidos de anulación.
“Cuando se toma una decisión, cuando se llega a un acuerdo en la Corte Suprema, se forma un precedente. Lo que hemos presenciado es que la propia Corte Suprema crea mucha inseguridad jurídica. Mire al ministro Fachin: aprobó el acuerdo de colaboración y, después, él mismo dio marcha atrás y se mostró a favor de anular el acuerdo de culpabilidad. La justicia tiene que darle estabilidad al país. Hay que pacificar los conflictos. El STF cada vez vota de manera diferente”, evaluó. “Los hechos son muy graves.
Son presentados por un ex gobernador involucrado en varias prácticas ilícitas, donde denuncia que el ministro vendió sentencias y recibió millones de reales. Esto es muy serio. Cualquier juez que venda una sentencia ya es gravísimo y mucho menos la eventualidad de un ministro del STF. Cuando el STF incorpora el espíritu de autoprotección, no protege a la institución, debilita a la propia Corte Suprema”.
Y añadió:
“Es inaceptable que violen la Constitución y el Código Procesal Penal. La población necesita estar alerta, la prensa y los juristas señalan estos defectos, estas irregularidades. Creo que es posible cambiar estos entendimientos, que a veces violan la propia ley”, afirmó.
“Ese movimiento (para combatir la corrupción) debería venir del Legislativo y del Poder Judicial. Y el último ejemplo, que es el STF, sólo ha tomado decisiones contrarias a ese propósito”, lamentó, añadiendo que los parlamentarios temen acusar a un ministro de la Corte Suprema por temor a sufrir represalias y detenciones ilegales. Es muy difícil”, concluyó.