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Según información recabada de otros creyentes en el templo, la joven sintió dolor cuando el predicador se ofreció a mostrar el poder de su fe. El caso tuvo lugar en Manaos.
El pastor José Raimundo da Silveira, de 42 años, fue acusado por la policía de Carauari (a 702 kilómetros de Manaos) de causar daños corporales a un miembro de la iglesia evangélica. Durante un servicio, Silveira arrojó al suelo a Juliana Martins Costa, de 28 años, con la intención de curarla de unas molestias en la columna.
Según información recabada de otros creyentes en el templo, la joven sintió dolor cuando el predicador se ofreció a mostrar el poder de su fe.
Apostando por la fuerza de su fe y su fuerza física, Silveira dijo que sería “curada por Dios” si la arrojaran al suelo. Juliana es tetrapléjica y ha perdido el uso de sus piernas.
La familia quiso acusar al religioso de lesiones corporales intencionadas, cuando hubo intención de matar, pero la policía registró el caso sólo como lesiones corporales.
Esta publicación tiene su fuente original: newsrondonia
